2020 acaba con un 62,8% de tasa de recogida selectiva de residios sólidos urbanos

El sector de los residuos es uno de los mayores responsables de la crisis existente en relación a la amenaza del cambio climático, dados los elevados niveles de consumo y derroche de recursos y materias primas de nuestra sociedad. Y no olvidemos que nos encontramos en una emergencia climática declarada desde julio de 2019 por el Gobierno Vasco.

Se han cumplido tres años de la aprobación, por unanimidad de todos los grupos políticos del Ayuntamiento, de la Ordenanza Municipal de Residuos. Esta normativa local moderniza la regulación de gestión de los residuos, atendiendo a la jerarquía y prioridades establecidas por la Comisión Europea.

En 2017 el Ayuntamiento legislaba la obligatoriedad de la separación selectiva en origen de los residuoa domésticos y comerciales, dando cabida por fin a la recogida de la fracción orgánica (biorresiduos), que constituye el 40% de los materiales que desechamos en nuestras viviendas.

Igualmente, el nuevo marco que suponía la Ordenanza permitió situar como objetivo municipal el 60% de recogida selectiva de residuos. Y se consiguió.

Y gracias a la nueva Ordenanza y a una ciudadanía de Errenteria responsable, en 2020 hemos vuelto a alcanzar el 62,8% de recogida selectiva de RSU, superando el 31,8% de 2014, el 42,3% de 2016, y el 60,3% de 2019.

Para ello, han sido necesarias la implantación y adaptación de nuevos servicios y recursos públicos:

– quinto contenedor (marrón)

– nuevos camiones y equipos destinados a una recogida selectiva moderna

– programa informático novedoso de seguimiento de la gestión de RSU: Dorlet Dass

– siete máquinas expendedoras de bolsas comparables gratuitas

– dos remolques para residuos domésticos tóxicos y peligrosos

– nueva recogida de residuos voluminosos (muebles)

– nuevas papeleras mixtas en vía pública adaptadas a la recogida selectiva

– fiscalidad verde: bonificaciones

– campañas ambientales permanentes de información y sensibilización ciudadanas en materia se residuos.

Cabe mencionar la implicación de la Policía Local en la aplicación de las leyes que garantizan la protección del Medio Ambiente y de la salud pública. Para ello, se mantiene constante el número de multas que persiguen la impunidad de las infracciones a la Ordenanza Municipal de Residuos, sancionado los comportamientos anticívicos de una minoría de abandono y de no reciclaje de los residuos generados, y que todavía se pueden observar en nuestras calles, barrios y montes.

Debemos prepararnos porque los objetivos comunitarios de reciclaje cada vez serán más ambiciosos y habrá que adaptarse a los mismos, disminuyendo así nuestros niveles de consumo y nuestro impacto en el planeta y mejorando la calidad de vida de Errenteria.