Se recupera Belabaratz para las personas que viven en calle y para hacer frente al frio

Belabaratz aterpetxea Eñaut Gracia eta Aizpea OtaegiEn este Albergue, al contar con más plazas, estarán todas las personas que hasta ahora se encontraban en Gaztelutxo, así como otras personas que a día de hoy están viviendo en situación de calle en Errenteria.

El Covid-19 está siendo una grave crisis sanitaria que está afectando de manera muy diversa a toda la ciudadanía. Las personas que viven en calle no están siendo ajenas a esta crisis.

Todos los municipios con recursos para las personas en calle (Donostia, Irun, Tolosa, Errenteria…) han reducido las plazas para poder garantizar las distancias en las habitaciones y minimizar los posibles contagios. A su vez, se han eliminado las plazas rotatorias, que permitían estar a estas personas al menos 7 noches cada tres meses, para evitar que en esos espacios entre gente nueva cada semana.

Esta situación ha provocado en todos los municipios que la presencia de personas que viven en calle haya aumentado de manera importante.
A partir de esta realidad se ha estado trabajando en calle con dos equipos separados pero en coordinación: el primero, con dos educadores/as de calle y la colaboración de las trabajadoras sociales del Ayuntamiento; el segundo, un equipo multidisciplinar de una psicóloga, una médica y una trabajadora social de un proyecto del Gobierno Vasco, en coordinación con las trabajadoras sociales del Ayuntamiento.

Este trabajo se ha hecho para sujetar de la mejor manera posible la realidad que tenemos en calle.

Amenaza de frío

Además, hemos entrado en unas fechas donde las temperaturas han bajado muchísimo, por lo que desde el Ayuntamiento se entendía que había que dar una solución a estas personas. De ahí la reapertura del Albergue, que también se dedicó a este fin en la fase de confinamiento de marzo.

Belabaratz ya está en funcionamiento con esta finalidad y continuará estándolo, al menos, hasta el 31 de marzo. Entonces se valorará el desarrollo de este recurso, y se tendrá también en cuenta la situación de la crisis sanitaria en ese momento.

El Albergue tiene 29 plazas diferenciadas en 4 cuartos: un cuarto de 12 plazas que está llena con las personas de Gaztelutxo, dos habitaciones de 2 y 3 plazas con mujeres y una última de 12 plazas reservadas para cuando se active el protocolo del frío y para dar cabida a las personas que no tenían plaza en Gaztelutxo.

Oportunidad para una intervención más intensiva

Por parte del personal técnico del Ayuntamiento y de Emaús que trabajan en Belabaratz, se cree que estar en un espacio tranquilo y que permite dinámicas formativas e intervenciones de más calidad ayudará a que se pueda hacer una labor interventiva mejor que la que se venía desarrollando en calle.

Es una ardua tarea. Son personas con recorridos vitales muy duros, consumos, problemas de salud física y mental, marcos cognitivos deteriorados y, en definitiva, con problemáticas distintas. Los procesos con estas personas suelen tener altibajos y es parte del proceso que abandonen el proceso interventivo y hasta el propio recurso habitacional. Pero el Ayuntamiento cree que un espacio como Belabaratz abre otra vez una ventana de oportunidad.

Sin embargo, se trata de una situación muy compleja, que requiere mucha intensidad y muchos recursos, y el Ayuntamiento considera que es necesario un trabajo interinstitucional en este ámbito.