Historia

Aunque se han encontrado restos arqueológicos prehistóricos, la población del valle de Oiarso solicitó y le fue concedida la carta puebla el año 1320, con la que crearon la villa de Villanueva de Oiarso en lo que antes se denominaba Orereta.

En 1491 Villanueva de Oiarso pasó a denominarse oficialmente Rentería. El nuevo nombre está relacionado con el pago de tributos reales y tributos municipales derivados del comercio marítimo, ya que Errenteria era el lugar en el que se pagaban las rentas.

La que fue hasta ese momento ciudad-puerto y ciudad comercial sufrió un declive en la Época Moderna, lo que conllevó un ligero decaimiento en la actividad mercantil y portuaria del municipio.

En esa misma época se produjeron los primeros asentamientos industriales y el fortalecimiento del caserío.

A la vista del declive de la actividad marítima, durante los siglos XIX. y XX. el municipio encaminó sus esfuerzos hacia una nueva actividad, la industria. Se crearon nuevas fábricas, todas ellas cerca del núcleo histórico. Al mismo tiempo, en esa época se produjo un gran avance en las infraestructuras.

Fuera del núcleo histórico que se estaba desarrollando, en el medio rural se llevaron a cabo procesos de desamortización, con lo cual se crearon nuevos caseríos.

El paisaje lo conformaban tres elementos principales, los cuales hoy en día perduran: industria, caserío y bosque. En esa época se estaba extendidendo la población relacionada con la actividad industrial, junto con la población de los caseríos, a lo cual hay que sumarle la conservación del rico medio forestal.
Asimismo, el desarrollo urbanístico ha modelado el actual entorno de Errenteria. Debido al desarrollo industrial los centros urbanos cobraron gran importancia, además de aumentar considerablemente su población, y empezaron a prevalecer sobre el resto de las zonas.